Los amigos de Ludd, George Orwell como crítico del maquinismo, 2013

La obra de George Orwell tiene la mala suerte de ser conocida de forma muy fragmentaria. Sus obras más célebres, Homenaje a Cataluña, Rebelión en la granja y 1984, no son más que una parte de un conjunto más amplio y rico. Uno de los aspectos fundamentales de su obra menos difundido entre sus lectores en castellano es la crítica del maqumismo y del progresismo. Si bien no expuso su pensamiento sobre estas cuestiones de forma sistemática y definida (excepto quizá en el primer libro que vamos a comentar), sus apuntes, dispersos a lo largo de toda su obra, son de una brillantez excepcional. (La mayor parte de las referencias pertenecen a libros agotados hace tiempo o aún sin publicar íntegramente en castellano.) De estos pasajes hablaremos a continuación. Lire la suite »

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Marc Badal, Los pequeños mundos campesinos, 2013

La vida de los campesinos nunca fue fácil. Salir adelante constituía de por sí un ambicioso propósito cuando los medios eran tan escasos. El trabajo era desbordante y su resultado dependía en exceso de factores que no podían controlar. Las inclemencias meteorológicas y sociales.

No quedaba otro remedio que ser buenos en lo que hacían. Apretar los dientes no era suficiente. Tenían que estar muy atentos y luego ser capaces de ejecutar la obra con maestría. Y no eran pocas las disciplinas de su arte. Agricultura, ganadería, silvicultura, albañilería, carpintería, cantería, costura, veterinaria, conservas alimentarias… No era necesario ser el mejor en todo, pero sí intentarlo. Lire la suite »

Miguel Amorós, Masas, partitocracia y fascismo, 2013

“Todo dentro del Estado,
nada fuera del Estado,
nada contra el Estado.”
Mussolini

El tema de la partitocracia no ha sido seriamente estudiado ni por la sociología académica ni por la crítica «antifascista» del parlamentarismo moderno, y eso a pesar de que la crisis de los regímenes autoproclamados democráticos haya desvelado su realidad específica en tanto que sistemas autoritarios con apariencias liberales donde los partidos, y especialmente sus cúpulas, guiándose por intereses de poder, se abrogan la representación de la voluntad popular a fin de legitimar su acción y sus excesos. Los partidos, llegados a ese punto, se vuelven opacos y se cierran a la participación y al simple control de sus afiliados, convirtiéndose en maquinarias electorales. Lire la suite »

Los amigos de Ludd, Los hackers y el espiritu parasitario, 2003

Queremos traer a estas páginas [Los amigos de Ludd. Boletin de information anti-industrial #5, mayo 2003] el comentario sobre un libro, La ética del hackery el espíritu de la era de la información [1], que en poco tiempo se convertirá en el justificante de una nueva generación de tecnoconvencidos que anuncian que las próximas décadas les pertenecen. Su autor, Pekka Himanen, es el nuevo hereje de esta ética basada en el trabajo cooperativo y apasionado, frente a la vieja ética protestante y católica basadas en el trabajo esclavo y en la mortificación con recompensas ultraterrenas.

La época actual, donde la irresponsabilidad es cada vez más premiada, permite que aparezcan doctrinas asombrosas elaboradas en los laboratorios insonorizados, universitarios o empresariales, de un mundo que por doquier se derrumba. Masas enteras de cerebros grises llegan para mostrarnos su radiante estilo de vida que todos deberíamos seguir, de no querer perder comba en la modernidad emancipadora. Así nos hemos podido enterar, ya hace algunos años, de la existencia de estos hackers que ahora dicen poseer toda una ética propia. Lire la suite »

Los amigos de Ludd, Crítica del nuevo mundo feliz que se avecina, 2002

Una autoentrevista de los Amigos de Ludd

Pregunta: ¿Qué implica para ustedes la referencia a Ludd y a los ludditas?

Respuesta: Los ludditas fueron trabajadores y trabajadoras inglesas que en un período comprendido principalmente entre 1811 y 1813 protagonizaron un movimiento insurreccional y actuaron destruyendo la maquinaria industrial. Se daban así mismos el nombre colectivo de General Ludd o Rey Ludd (o nombres similares). En el mundo anglosajón de hoy es corriente que alguien que se oponga al progreso tecnológico sea tachado peyorativamente de luddita, pero son muchos, desde los años 1980 y 90, que en América han enarbolado la bandera del luddismo (con desigual rigor, desde luego). Las acciones contra cultivos transgénicos en Francia, Bélgica o Reino Unido, los sabotajes al tren de alta velocidad en Italia, la ocupación rural en el estado español, los movimientos campesinos de resistencia en Brasil o India, todo ello son también muestras de una rebelión contra un progreso tecnocientífico que cada vez se desvela más como lo que es: la estrategia planificada de una explotación sin fin. Concretando más podemos decir que para nosotros el luddismo es un ejemplo de oposición popular activa a una tecnología que se quiere imponer desde la tiranía industrial del capitalismo. Lire la suite »

Renaud Garcia, Sostener el espíritu de no poder, 2021

Entrevista


Clarín : Quería empezar por una descripción que ubica la colapsología en la categoría de lo espectacular ¿Podríamos decir que la colapsología está centrada en producir efectos, impactos a nivel comunicativo y que desde ese lugar mide su efectividad? Es decir ¿se trata de un discurso puramente pragmático?

Renaud Garcia : Es cierto que el discurso colapsólogo (es decir, este conjunto de constataciones científicas sobre un derrumbe más o menos próximo de nuestra civilización industrial, y de consideraciones sobre los recursos emocionales y sociales a nuestro alcance frente a tal colapso) produce efectos reales sobre el público. De verdad, hace cambiar ciertas personas, a menudo metropolitanas, que entienden, de repente, que no podrán seguir viviendo de la misma manera, inocentemente. No pongo eso en duda.

Pero hay otro lado que me interesa más: es la función de este discurso dentro de un marco mediático y editorial. Desde el principio – es claro en Francia si uno lee a Servigne, Stevens y Chapelle – la colapsología ha buscado la aceptación de las masas. A fin de que lograra en esta empresa, tuvo que servir un discurso sin ángulos sobresalientes; un discurso fundado en una llamada al apoyo mutuo, la benevolencia y el cariño para todos los seres vivos. Había que movilizar y conmover, de manera que la gente se despertara, dejando entre paréntesis una crítica más fina y estructurada del capitalismo tecnológico, y de su lógica de destrucción. Lire la suite »

Shobita Jain, En defensa de los árboles, 1982

La función de la mujer en el movimiento chipko

El movimiento chipko ha atraído la atención mundial. La imagen de campesinas pobres de las regiones montañosas de la India septentrional formando corros en torno a los árboles para evitar que los talen es romántica y conmovedora. La realidad se ajusta en muchos aspectos a esa imagen. En efecto, el movimiento chipko ha aportado una importante contribución a la lucha por el reconocimiento de los derechos de la mujer, el proceso de desarrollo de las comunidades locales a través de la silvicultura y la protección del ambiente. Pero sus repercusiones son más complejas. Es importante comprender la historia del movimiento chipko y el contexto en el que surgió y sigue evolucionando.

 

Puesto que ninguna sociedad se encuentra en estado de perfecto equilibrio estructural, siempre existen situaciones de conflicto. Cada sociedad tiene medios y formas institucionalizadas de articular y resolver tales conflictos. Si se siente la necesidad de modificar o transformar de cierta manera las estructuras se recurre a algún tipo de movilización colectiva de la población y de sus recursos, actividad que se denomina «movimiento social». Por otra parte, también hay a veces resistencia colectiva al cambio social. En pocas palabras, los movimientos sociales pueden perseguir el cambio, el mantenimiento de la situación, o ambas cosas a la vez. Lire la suite »

Veronika Bennholdt-Thomsen y Maria Mies, Subsistencia y la economía globalizada, 1997

Maria Mies, 2011

En la introducción de su libro La Perspectiva de Subsistencia: Más Allá de la Economía Globalizada, Veronika Bennholdt-Thomsen y Maria Mies nos cuentan lo que aprendieron de una conversación entre mujeres de una villa de Bangladesh y Hillary Clinton, que luego usaron para explicar su perspectiva sobre el subsistencia, una perspectiva “desde abajo”. He aquí algunos extractos.

Una vaca para Hillary

En abril de 1995, unos meses antes de que comenzara la Conferencia Mundial de Naciones Unidas sobre la Mujer en Beijing, Hillary Clinton, la Primera Dama de los Estados Unidos, visitó Bangladesh. Había llegado hasta allí para ver por sí misma los éxitos obtenidos por los proyectos del Banco Grameen, de los que se decía que tanto habían fortalecido económicamente a las mujeres de Bangladesh. Para el Banco Grameen y las agencias de desarrollo este empoderamiento de las mujeres significa que una mujer tiene un ingreso propio y que cuenta con algunos bienes. Lire la suite »

José Ardillo, La respuesta del anarquismo a la ciencia, 2010

Resulta un lugar común señalar la veneración que desde sus inicios sintió la filosofía anarquista por la Ciencia. Sin embargo, conviene no olvidar que fue el mismo Bakunin uno de los primeros en alertarnos sobre los peligros que podríamos correr al abandonarnos confiadamente al poder de la ciencia y los científicos.
Supo vislumbrar Bakunin el peligro que había en conceder demasiado poder a unos determinados grupos de expertos en detrimento de la capacidad de juicio de las mayorías, anunciando, ya en sus inicios, como la ciencia podía aliarse con los enemigos del pueblo para someter a éste a un mandato más férreo. Pero además, para Bakunin la ciencia tiranizaba la misma realidad, con sus conceptos disecados, aplastando la vitalidad del espíritu humano y su espontaneidad creadora. Lire la suite »

Claude Alvares, Ciencia, 1992

Diccionario del desarrollo,
Una guía del conocimiento como poder

 

Nací en una cultura que continúa ej erciendo una influencia y un poder sobre el comportamiento, mayores que la que logra o logrará nunca la ciencia moderna. Si eso fuese adecuadamente entendido, entonces este obituario no parecería escandaloso ni insolente. Cada cultura impone a sus miembros respeto por ciertas entidades. La ciencia moderna no tiene lugar en nuestro panteón.

Lejos de eso. Desde este lado de Suez, en efecto, la ciencia moderna se asemeja a una marca importada de pasta dental. Contiene elaboradas promesas y mucha dulzura y atractivo. Puede usarse y es usada con frecuencia (muchas veces sin ton ni son); aún así, puede dispensarse de ella en cualquier momento, precisamente porque es aún, en gran medida, irrelevante para la vida.
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